El valor del diseño

La institucionalidad académica y la profesionalización dan la pauta de los clivajes básicos para poder distinguir la especificidad del diseño. No obstante, el diseño, para ser reconocido como valor, debe traspasar las fronteras de la academia hacia públicos más amplios. Y que eso ocurra depende de una serie de intervenciones, mediaciones y apropiaciones con lógicas que no son unívocas.

Nos encontramos, entonces, con que la profesionalización y la institución académica se encuentran en la base de la creencia en el valor del diseño, donde son sumamente importantes los agrupamientos entre profesionales que van ganando reconocimiento y prestigio. En ese proceso, la prensa, por ejemplo, tiene un rol importante en la vinculación con esos públicos y la forma en que el diseño profesional se pone en circulación reconociendo y valorando “nombres” de un conjunto llamado “diseño de autor”, tal como se lo nominó en Argentina para introducir la novedad a sus lectores.

Podemos pensar el diseño de indumentaria como una construcción colectiva localizada, que toma lugar público, que es definida, valorada y clasificada de diversas formas. Más allá de las definiciones disciplinares, curriculares propias del espacio académico o profesional y que pueden, incluso, tensionarlas.

Pensar en el encuentro de productores, mediadores y público, por ejemplo en eventos que los nuclean, es clave para comprender cómo se construyen definiciones sobre lo que es diseño y la creencia en su valor.

Encontrá más en: Paula Miguel, El “diseño” como valor…